La escuela preparatoria es una de las etapas más esenciales y memorables en la vida de cualquier estudiante. Es un periodo en el que se definen los objetivos laborales, se adquiere mayor libertad e independencia y se establecen algunos de los vínculos más duraderos.
Ayuda a prepararse para la universidad
El bachillerato sirve de trampolín para la universidad. Por eso es fundamental elegir la trayectoria laboral que quiere seguir, tener la mejor información para dar ese paso y poseer un conjunto de habilidades que lo diferencien.
La información que adquiere en la preparatoria proporciona la base para el éxito en los primeros semestres de la universidad. Cuanto más preparado se encuentre en este momento de sus estudios, más fácil será empezar la universidad.
También es una gran oportunidad para mejorar su autoconocimiento como persona y como estudiante. Conocer sus puntos fuertes y sus áreas de oportunidad le permite concentrarse en ellos en el bachillerato y llegar a la universidad como una persona con objetivos profesionales específicos y con una comprensión clara de cómo alcanzarlos.
Ayuda a decidir qué campo de estudio quiere seguir
Si descubrió su vocación cuando era niño o adolescente, la preparatoria le permite afianzar su decisión, cursar asignaturas optativas que se ajusten a ella y acercarse a los profesores de los cursos relacionados con su campo elegido para aprender más de ellos.
Si no sabía lo que quería hacer cuando empezó a estudiar la preparatoria, el curso de orientación profesional puede ayudarle a encontrarlo.
También tiene que ver con el valor del autoconocimiento. La elección de la carrera es mucho más fácil cuando conoce sus aptitudes, gustos, habilidades y proyecto de vida.
Mejore sus conocimientos y habilidades
Todo ello le ayuda a mejorar sus facultades y capacidades. Si le gusta el atletismo, hay varios equipos a los que puede unirse, y si le gusta leer, la biblioteca de la escuela lo hará sentir como un pez en el agua.